La noche del 31 de julio de 1995 quedó marcada por el llamado “OVNI de Bariloche”. Un vuelo comercial que se aproximaba al Aeropuerto Teniente Luis Candelaria reportó un objeto luminoso y, casi al mismo tiempo, un apagón afectó la pista y la ciudad. ¿Qué pasó realmente? Aquí reconstruimos la cronología, repasamos los audios y revisamos lo que revelan los documentos desclasificados.

Cronología del incidente: vuelo, aproximación y apagón

  • 22:00–23:00: condiciones meteorológicas frías, cielo parcialmente despejado sobre Bariloche.
  • Alrededor de las 23:30: el vuelo en aproximación notifica la presencia de un objeto luminoso que “acompaña” el trayecto.
  • Minutos después: se registra un corte de energía que afecta balizamiento y parte de la ciudad.
  • Se activan procedimientos de respaldo y comunicación entre cabina, torre y otras aeronaves en zona.
  • El avión logra aterrizar con seguridad; el fenómeno desaparece sin identificación inmediata.

Las voces de esa noche: cabina y torre

Los testimonios del comandante y la tripulación, junto con los registros de torre, dieron forma al caso. En entrevistas posteriores, el piloto Jorge Polanco describió un seguimiento prolongado y maniobras difíciles de encuadrar en tráfico convencional. La entrevista de Infobae al comandante Jorge Polanco resume pasajes clave de su relato y contextualiza lo ocurrido en cabina.

Qué dicen los documentos desclasificados

Décadas después, el tema volvió al centro de la escena por la desclasificación de material oficial. El informe oficial del CEFAe (2018) —dependiente del Ministerio de Defensa— compila testimonios, reconstrucciones y análisis técnicos del evento de Bariloche. El documento revisa trayectorias, condiciones de visibilidad, tiempos, e hipótesis instrumentales y naturales.

En 2020, Defensa permitió nuevas consultas y notas periodísticas detallaron ese proceso. La cobertura de Página/12 sobre la desclasificación aportó contexto institucional, explicando qué expedientes se abrieron y cómo se sistematizaron.

Hipótesis en disputa: ¿aparición aérea, fallo eléctrico o confusión?

  • Fenómeno atmosférico o astronómico: posibles reflejos, capas de nubes, Venus u otro cuerpo brillante en ángulo bajo. No explica del todo la dinámica reportada por la tripulación.
  • Tráfico aéreo no coordinado: improbable por la sincronía con el apagón y la falta de identificación positiva.
  • Interferencia o ilusión óptica en cabina: plausible en escenarios con luces irregulares y fatiga, pero se complica con testimonios múltiples.
  • Fallo eléctrico y efecto psicológico: el corte de energía pudo potenciar la percepción de anomalías, sin descartar un estímulo real.
  • Objeto aéreo no identificado: la categoría formal cuando los datos no alcanzan para clasificarlo con certeza.

Lo verificable vs. lo que falta

Datos con respaldo

  • Aproximación nocturna y aterrizaje seguro del vuelo involucrado.
  • Registro de un apagón que afectó al aeropuerto y zonas de Bariloche.
  • Testimonios consistentes del piloto y comunicaciones con torre.
  • Existencia de informes oficiales y recopilaciones técnicas posteriores.

Vacíos y preguntas abiertas

  • ¿Qué originó el apagón exactamente y cómo se correlaciona con la observación luminosa?
  • ¿Hubo sensores o radares secundarios que captaran trazas coincidentes?
  • ¿Existen copias completas y de alta calidad de los audios originales de torre y cabina?
  • ¿Qué otras aeronaves en tránsito reportaron luz o tráfico anómalo en el sector?

La cronología fina del “OVNI de Bariloche”

Usted puede reconstruir minuto a minuto combinando testimonios y documentos. El relato del comandante, accesible en la nota de Infobae, se cruza con la cronología técnica y las evaluaciones del informe CEFAe 2018. La discusión pública posterior —visible en la nota de Página/12— ayuda a trazar el mapa de lo que se abrió al público y lo que aún permanece sin respuesta.

¿Qué nos deja el caso hoy?

El incidente de 1995 sigue siendo un punto de referencia en los misterios argentinos. Deja lecciones sobre procedimientos en emergencias, calidad de datos y sesgos de percepción. También recuerda que “no identificado” no es sinónimo de “imposible”.

Si nuevos registros aparecen —audios originales, trazas, partes técnicos completos—, el caso podría reanalizarse con mayor precisión. Hasta entonces, el OVNI de Bariloche se sostiene en un equilibrio entre evidencia incompleta, memoria de testigos y documentación oficial accesible. ¿Qué cree usted que vio aquella tripulación?